Otra Carta.

Tengo entre mis manos lo que somos, y no lo que no vamos a ser, entonces me pregunto, después de lo del sábado una tonelada de cosas para las que ni vos ni yo tenemos respuesta.

Sigo sintiendo ganas de abrazarte, de tenerte, pero mi corazón estupido no puede gobernar todo el tiempo por mi, por mi cerebro y mi voluntad.

Me digo a mi misma, una y otra vez 'Si me amas, ¿porque me haces esto, porque me lastimas tanto? ¿Porque no me esperaste cuando dijiste que lo harías? ¿Porque no me mostraste lo que podías mejorar, según lo dicho? ¿Por qué me mentis, una y otra vez? ¿Por qué me negas que buscaste otros labios, otros abrazos? ¿Por qué? ¿Por qué me haces sentir que realmente en tu vida no fui tan necesaria?'

Porque eso siento, porque por eso no regreso a tu vida. Porque aunque decis que estuviste buscandome y esperandome, mientras, buscaste otras mujeres con las cuales pasar el rato.

A eso, no te lo perdono. Nunca lo haré. No soy Dios, ni soy idiota, ni tengo Alzheimer, ni voy a olvidar. Porque eso, me marcó a fuego. Porque desde entonces, tus labios dejaron de ser míos, tus palabras se volvieron falsas.

No te creo -ni pienso hacerlo, ni puedo hacerlo- porque no me das las razones, porque me mentis en la cara, porque no me sos sincero, NI TE SOS SINCERO a vos mismo. No te das cuenta, el daño que inflinge en mi verte, pensarte, imaginarte, buscando en miles de mujeres lo que una vez viste {y luego criticabas} en mi.

Y me siento estúpida cada vez que me mentis en la cara, cada vez que te digo que se la verdad, y negas a morir.

Yo espero que un día nos encuentre la vida, y no que ames con la misma intensidad, sino distinto, que ames y respetes de verdad a alguien.

Y quizás sea así recién, cuando puedas serme sincero, y asumir que me mentiste, que no ganaste nada más que alejarme al hacerlo.

Adiós.

P.D: Haceme saber si la leíste.