¿Será que es esta mi prisión? ¿Será que esto que vive dentro de mi nunca se va a alejar?
Así lo creo, ahora no puedo dormir, y la realidad es que me siento enferma, siento mi mente contaminada, y no es una mera idea, no es un estado temporal.
Me temo a mí misma, al mal que pueda llegar a infligirme intentando huir. Es como si, aunque mi cuerpo este recostado ahora mismo, mis pensamientos se movieran como decenas de hormigas, escapando de la inundación.
- Llueven y llueven ideas de abandono.
Es frustrante percibirme de la manera incorrecta, no ser capaz de ver mi reflejo.
Nadie va a entender nunca que, digan lo que me digan, mi enemigo más feroz convive conmigo, dentro mío, hiberna por períodos, se despierta y me molesta. Y ahí se encuentran mis malos humores. Suelo percibir cuando algo no esta bien en mi interior, cuando puedo preveer que algo catastrófico se acerca, el problema, es que lo catastrófico, se aparece en mi espejo todas las mañanas, toma mi forma, mis modos, mis ganas, se mezcla, se funde conmigo y con las pocas cualidades buenas que logro ver en mí.
Es frustrante vivir enojada, convivir con algo tan inmenso y negativo.
A veces, me pregunto, le pregunto a Dios, a mi vida, a mis padres (siempre en silencio) por qué, por qué no existe cura para esto, porque vivo con pánico a quedarme sola, por qué no puedo controlarme, si entiendo el 'basta' de los demás, por qué quienes dicen haberme salvado, de repente soltaron mi mano.
¿Por qué para las personas como yo, no basta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario