A medida que las lágrimas caen, la respiración es más veloz, intento suspirar, pero es imposible hacerlo si no pasan unos minutos de llanto.
Acurrucada, pregunto ¿porqué, porqué siempre lo mismo? Una y otra vez la misma situación de promesas rotas, de palabras de significados distintos para él y para mi; una y otra vez las incongruencias, las discusiones sin sentido, las peleas por ver quien lleva la razón, quien lleva la verdad.
Y aunque me tape los ojos, la secuencia se repite una, otra, otra y otra vez...Pasa como una película, frente a mi, aunque (solo parece) veo la oscuridad. El mar va desde el sillón y cae por el suelo.
Ninguna lágrima trae una respuesta.
Sigo escondida, no importa con cuantas canciones camufles la tristeza, ninguna lágrima te trae la respuesta.
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