
Este es uno de los últimos recuerdos materiales de mi abuela. Recuerdo la tarde que fuimos a comprarlo a un bazar...¡Ella quería que me llevara algo más caro y grande y yo me llevé a la osa marinera! Me encanta. Y no la dejaría por nada en el mundo, es como un pequeño tesoro para mí.
Pasan los años,tantos que ya perdí la cuenta, y sin embargo no hay noche que antes de dormir mire al techo, al lugar donde de chiquita te buscaba {los buscaba} y piense en tantas cosas hasta dormir. Es que hay tantas cosas lindas que me pasan y quisiera que las vieran. Moriría por sus bromas, por contarles que encontré el amor.
Y mi familia esta cada día más desarmada.
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